L'Abi del Barça (Carta abierta a Éric Abidal)



Estimado Éric:

No tienes ni idea de lo que cuesta comenzar a escribir esto. Lo hago desde el odio y la rabia que me provocan noticias tan inesperadas, dolorosas e injustas como la que he recibido en la mañana de ayer.


Es una verdadera lástima que la operación a la que te sometiste el pasado Marzo no diera el resultado esperado y finalmente tengas que someterte a un transplante.

Si se me encogió el corazón el año pasado, imagínate este. Nadie, absolutamente nadie, se acordaba ya del susto que nos diste por aquel entonces. ¿Quién lo haría? Vimos como volvías antes de que cerráramos los ojos, y en el fondo nos pareció que nunca te habías ido.

Supongo que todavía se te pondrá la piel de gallina al recordar aquella sonora ovación que te dedicó el Camp Nou aquella noche del 3 de Mayo. Que sepas que a mí me pasa lo mismo cada vez que veo la imagen de tu figura alzando la Champions.


Te ganaste un sitio en el corazón de toda la 'gent blaugrana' durante 5 años, poco a poco, sin prisas. Sin duda, la mayoría de los que estuvieron presente en la celebración de la Liga 2009/2010 no dejarán de contar nunca como fueron testigos de tu genial intervención.
Seguro que tampoco dejaste indiferentes a los que, hace unos meses, leyeron el texto que publicó La Vanguardia; una carta (mucho más bonita y emocionante que esta) del padre de un niño al que llenaste de alegría y esperanza.

A mi, personalmente, me ganaste mucho antes. Por desgracia, por mucho que busqué, no pude adjuntarte el vídeo. Lo recuerdo bien. Era una rueda de prensa en el Camp Nou, una más. Hacía poco que habían apuntado a Cristiano Ronaldo con un láser en los ojos antes de que tirase una falta. Te preguntaron por ello.

"Lasér? (pronunciando el acento mal, ya que desconocías la palabra) ¿Que es Lasér?" le preguntabas al traductor con cara de asombro, "AHHHH" dijiste cuando te lo explicó, justo antes de responder con un exagerado sarcasmo "no sé, no te puedo decir, jugamos el balón tan rápido, pim pam pim pam, que no les da tiempo a apuntarnos" mientras te marchabas riéndote de la sala.



Ese es el Abidal que siempre se me viene a la cabeza. Y no quiero recordar a otro diferente. Parece ser, viendo los periódicos de este Viernes, que no soy el único que lo ve así...
























Sé que no te gusta ser la noticia, pero tengo que confesarte algo. Con la portada de la Gazzetta se me ha asomado la lagrimilla, Éric




Dijiste cuando regresaste: "Siempre he pensado en positivo. Tengo tres niñas y tengo que decirles que todo saldrá bien." Que siga siendo así, convirtiéndote cada día que pase en el mejor ejemplo de esfuerzo, superación y sacrificio para los demás.

Eres increíble. ¿Que otra persona jugaría dos partidos más después de enterarse de semejante noticia? Te deseo toda la suerte del mundo para estos días difíciles. Te la mereces.

Porque ya formas parte de la historia del Barça. Porque ya eres eterno.

Siempre serás, (con todo mi respeto para el personaje que creó Valentí Castanys hace casi un siglo ) L'Abi del Barça.


La ADSL del Barça

Racing de Santander 0 - F. C. Barcelona 2

Para el plan de la defensa de 3 que impone en algunos partidos Guardiola, hay algo que es indispensable. Es de Sabadell, y tanto se une al centro del campo sin desentonar con sus compañeros, (cosa a priori ya complicada de por sí si tus compañeros son Iniesta Xavi y Cesc) como se incorpora y ejerce como un central disciplinado. Otra vez, y ya van unas cuantas, gran partido de Sergio.

Con un Alves cómodo ejerciendo el papel de perro de presa y un Mascherano que se multiplicaba, parecía difícil que el Racing pudiera crear peligro.

Así que la preocupación de Pep pasaba por intentar abrir la lata. Sus intenciones, muy claras:

Que Pedro y Cuenca abrieran el campo, ejerciendo de nodos para que la ADSL del Barça pudiera generar todo su tráfico por el centro, gigas y gigas de pases que acabaron conectando con la red. Cesc jugó donde se siente más peligroso, acompañando a Messi por detrás y rompiendo cuando nadie se lo espera, como pasó en el primer gol.

¿El resto del partido? Con el control del balón y a masticar el segundo, con la tranquilidad del que se nota superior sobre el terreno de juego.

Llegó de la manera que menos merecía el juego vistoso del Barça. Penaltito sobre Cesc que transformó Messi para que no hubiera los sustos habituales.