Morir de pie

Uno de los peores despertares en eones para los seguidores azulgranas.

Desde el Zalayetazo que no se veían caras tan largas, con la diferencia de que por aquel entonces llegar era un milagro y ahora el pan nuestro de cada día. 

Dolor ambiguo que se discierne entre el hecho de quedarse sin poder repetir Champions de manera histórica y el poder haber contribuido, sin querer claro está, a que el Real Madrid pueda alcanzar la tan ansiada Décima (Dios y Bayern mediante) tras dejar mermadísimo a un Chelsea que no podrá contar con varias piezas esenciales para la final. 

En el postpartido, leí varias veces que el guionista del partido de ayer era de lo más cruel y retorcido. "¿El guionista del partido?" -pensé cabizbajo mientras mordía el Toblerone de urgencia para estos casos- "El guión que estaba maldito era el de la temporada!". 

Demasiados contratiempos, que debido a la solvencia de este equipo y a su cantera, no lo parecieron tanto. Pero nadie en Enero/Febrero hubiera puesto su mano en el fuego sobre las posibilidades de que se llegara a Abril con opciones de disputar todo. 

También empezaron a sonar ayer las voces de fondo, esos malditos roedores, aquellos que reclaman un 9 puro como Eto'o o Ibrahimovic (?) mientras que desprecian la capacidad realizadora de Messi desde la ausencia del mismo e ignoran la fragilidad defensiva que nos ha costado tanto (tantísimo) estos últimos días. Los despistes en Champions se pagan, y el Barça tuvo dos, uno en Stamford Bridge, y el otro ayer, cuando (al fin) había cogido el mando de la eliminatoria. 

Un liderazgo que le duró dos minutos. El azar se encargó del resto. 

Aunque pueda parecer otra cosa, Pep llevaba 3 años innovando, y esta temporada no podía ser de otra manera, vistos los resultados anteriores. 

"La revolución se lleva en el corazón, para morir por ella y no en los labios, para vivir de ella. (Che Guevara)"

Es hora de que los barcelonistas se reafirmen en sus creencias y en el fútbol que desean ver. 

Lo de ayer en el Camp Nou tras la derrota puede ser el principio del fin para el eterno pesimismo culé. 

Ya existe una generación (que no sabe lo que es vivir sin Internet) para la cual lo normal es que el Barça levante trofeos año sí y año también. Motivo de orgullo para los que vivimos tiempos muy distantes a la actualidad. 

Porque en los días duros como hoy, es cuando se ve quien está y quién no. 

Cierro con un recordatorio, a mi parecer, importante: 

Las victorias de este equipo durante estos últimos años se revisionaran en DVD's o Blurays durante muchísimo tiempo, mientras que para recordar las escasas derrotas será suficiente con un vídeo de Highlights de YouTube.